ETAPA 4: ORIO - ZUMAIA


Nos hemos levantado tranquilamente para encontrar un Orio dormido, gris metal en sus aguas,  verde oliva en sus sombras y bosques. Esas cosas pasan en el País Vasco. Sea verano, o invierno, el día siempre se presenta como una sorpresa, y en muchas ocasiones la sorpresa es gris. La salida, por lo tanto, fue medio humeda, medio lluviosa, y se acompaña de bosque y verde hasta Getaria. 


Orio de madrugada gris y plata.



Allí, a la llegada de un camping, se plantea una variable. Uno puede escoger ir por el Camino de Santiago oficial, dejando el camping a la izquierda, o escoger el GR, que baja por la costa. Escogí la opción del GR, pensando que sería la mejor opción, y acerté. La recomiendo encarecidamente. Las vistas a la llegada de Zarauz han sido espeluznantemente buenas. La simplicidad de colores era deliciosa, a pesar de no haber un sol que los resaltara. El cielo se llenaba de un juego de azules que iban variando dependiendo de como se iban moviendo las nubes, y eso hacía que la luz reincidiera de manera muy variada en el mar, haciendo que los turquesas fueran evolucionando de manera hipnotizante. En tierra, los verdes y los amarillos daban el complemento ideal a la pareja mar-cielo.





Bajada hasta Zarauz




La playa de Zarauz es amplísima. Pija, y de alto rango. Da gusto pasear sucio, con la categoría de peregrino pobre, y sentarte en la terraza del restaurante de Arguiñano al lado de personas "super-fashion" que nada pueden decirte, aunque te miran por encima del hombro.


Playas de Zarauz

Surfero 


Tomando un café en el Restaurante de Arguiñano

Foto de rigor frente al restaurante.
De ahí a Getaria se pueden coger nuevamente dos opciones. La que escogí yo fue la más sencilla, que consistía en ir paseando por el paseo marítimo. 4 km de paseo por la costa algo aburridos, teniendo que esquivar abuelitas. El paseo o excursión  corta es algo verdaderamente tradicional en el país vasco, y dejando de lado a las abuelitas domingueras, no será difícil verte adelantado por jóvenes -o no tan jóvenes- vascos que seguramente usan cada día ese paseo a trote rápido para mantenerse en forma. 

La otra opción hasta Zumaia es por el interior, algo más dura, pero creo que quizás en este caso sí era más recomendable. 

Paseo hasta Getaria

Getaria
A pesar de que era fiesta en Getaria, y todo era diversión (7 de agosto), decidí continuar porque se me estaba haciendo algo tarde, y quería comer en Zumaia. Continuamos otra vez un camino brutal, lleno de paisajes apasionantes.










Llegada a Zumaia

Zumaia

Al llegar te puedes encontrar con dos albergues. Yo escogí estar en el antiguo convento de las monjas, ahora habilitado para alberguistas,  y sin presencia de las religiosas. Recomendable por su patio interior, y porque dormir en celdas...tiene su punto. Más barato, de donativo voluntario, es el otro albergue, y además tienes derecho a cocina. Yo, concretamente, tuve la suerte de dormir en una celda solo, sin nadie que me molestara, y sin molestar a nadie con mis ronquidos. Después de comer subí a descansar un ratito, y luego estuvimos tapeando acompañados de unos familiares de una de las peregrinas, que vivían allí y nos hicieron de anfitriones. De hecho, tuvimos la suerte de ver una puesta de sol bastante espectacular, y la cena se convirtió en una semi despedida de dos de las peregrinas que abandonaban aquí su camino. El camino tiene siempre la maravilla de hacerte conocer mucha gente maravillosa, pero también te impone los castigos de las despedidas, que uno debe saber aceptar y asumir. 



The Catalan team

The catalan team...y compañía


The Mataró team



Foto de despedida

3 comentarios:

  1. Te superas Carlos, no me queda nada más que decir que ole ole y ole.
    Itziarita

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  2. La luz, siempre la luz. Ese nublado a medias, ayuda mucho. Gracias por tu comentario.

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  3. Tus fotos me están despejando las pequeñas dudas que tenía sobre si haría el camino del norte,lo tengo muy claro y espero impaciente el momento de realizarlo.

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