ETAPA 19: SAN VICENTE DE LA BARQUERA - COLOMBRES

La última etapa de Cantabria es muy agradable. El día se apareció soleado, lo cual indicaba un día muy bonito para amaneceres, pero duro para caminar, porque a las once uno ya empieza a desear sombra y descanso. Las etapas con sol te cansan el triple que una etapa nublada, y es algo a tener en cuenta en el momento de levantarse.

Amanecer en San Vicente desde el albergue. 



Entrada al albergue de San Vicente. El orden no parece ser lo prioritario.

Mesa preparada para el desayuno de los peregrinos. Al fondo, el polémico alberguista.

Se sale tranquilamente por unos prados, y la mayoría del viaje vas por carreteritas asfaltadas que te van llevando de un lado a otro, con paisajes pasiegos muy agradables. La salida para mi fue bastante durilla, porque la posible tendinitis del talón se estaba convirtiendo en tendinitis real, y la primera hora necesitaba un calentamiento doloroso. La compañía del ciclista alicantino fue en ese momento muy de agradecer. Siempre hay buena gente por el camino. 


Juego popular de cantabria. Algo parecido a los bolos.


Me despedí de él justo a tiempo para avisar a mi parejita de madrileños, que estaban a punto de equivocar el camino. A veces dos personas puede ver mejor las señales, pero a veces dos personas pueden verlas peor. En todo caso, más tarde fui yo el que me perdí, metiéndome en un bosque seco por culpa de una flecha naranja que no llevaba a ninguna parte. 

Al echar la vista atrás...aparece durante largo tiempo el puente de San Vicente.


Hay que recordar que desde aquí se separa el camino liebanes, que en varias etapas te lleva hasta Santo Toribio de Liébana, lugar de peregrinación, y en todo caso, santuario de visita obligada para turistas motorizados. En mi caso, un lugar más en lista de "sitios que aún quedan por visitar". 

Momento en que Camino de Santiago y camino liebanés se separan.




Después de ir acompañado del río un ratito, y de pasar por debajo de la vía del tren - y perderme de nuevo- se acaba llegando a un espeso bosque mediterráneo de encinas y robles. Alguna ruta extraña debe estar marcada con flechas amarillas también, y dificulta la orientación en este lugar, teniendo que ir a veces en contra de las flechas para poder seguir el camino. Sea como sea, con más intuición que coherencia, y acompañado de mi parejita madrileña, acabamos saliendo del bosque y cayendo a los pies de Unquera, la última población cántabra. 




Y aquí empiezan las despedidas. Despedida de mis amigos madrileños, que después de comer decidían quedarse allí y acabar su camino. También se despedían Miko y Shinnead, aunque los volví a encontrar ese mismo día, y posteriores. A veces el camino te vuelve a traer a la gente si uno los echa mucho de menos y se concentra fuerte.

Foto de despedida de mis dos compañeros de camino madrileños


El rio Deva hace de frontera natural entre Cantabria y Asturias. Para mi entrar en Asturias nuevamente se convertía en un paso muy agradable, y las sensacinoes de tierra añorada, de tierra acogedora, de tierra amiga, se notaban en cada acercamiento por el puente hasta pasar al otro lado. 
Puente sobre el rio Deva. Enfrente, Asturias. 


Para llegar a Colombres solo falta un pequeño trecho, una pequeña subida que se va haciendo deliciosa. El paisaje es brutal e increible, y la bienvenida que te ofrece Asturias con esta cuestecita y sus vistas es de lo más espectacular. Me rendí ante la posibilidad de plasmarlo con la cámara, porque las vistas eran de 360 grados, y miraras donde miraras el bosque, la naturaleza, el norte te saludaba apaciblemetne con una brisa fresca y sabia. Allí, arriba, a pocos centenares de metros de Colombres, me esperaba una capilla y su vigía, que la protegía, te daba conversación, y te sugería que podías dejar un donativo. Además me preguntó también si quedaba algún peregrino más por llegar. Intuyo que el pobre hombre llevaba parte del día allí, y andaba ya con ganas de volver a su casa.



Allí, en Colombres, tuve el primero de mis múltiples reencuentros con Miko y Shinnead, mientras estaba tomando un descanso antes de meterme a buscar sitio para dormir. Finalmente escogí el polideportivo. Como algunos ya sabéis, también hay un albergue privado. Está bastante comentada su simpatia, y también su poca ética, pues no tienen ningún problema en falsear la verdad y decirte que en el pueblo no hay ningún sitio más para dormir, o que el polideportivo se encuentra cerrado. Yo, como vi que además el albergue estaba lleno de grupos de jóvenes monitorizados, decidí dormir en una colchoneta en el polideportivo ,que supuse más tranquilo -además de más barato- , y así fue. El trato del chico del polideportivo fue exquisito, y las duchas y colchonetas perfectas. Nada de frío, nada de molestias, ninguna queja. 

Shinnead, Miko y yo. Primera de las despedidas.

Colombres es otra pequeña maravilla secreta del camino. Es un pequeño pueblo cuya población emigró a buscar otra vida a Cuba y América. Volvieron muy adinerados, y varias familias se afincaron allí, construyendo al estilo indiano diversas viviendas muy impresionantes. Existe una pequeña ruta de casas indianas. Merece la pena darse una vueltecilla cuando el sol ha caído. 

Finca indiana. Actualmente es la biblioteca municipal.


Finca Guadalupe. Archivo de indias. 

Después de la ruta por las casas indianas, me tomé una cervecita-cena con Julio, el madrileño, Isabela, la austríaca y Christelle, la única conocida de alguna otra etapa anterior. Conversación agradable, aunque sin tocar fibra. No siempre el camino te reserva momentos místicos.

2 comentarios:

  1. Hola Carlos. Este año será mi tercer año del Camino del norte. Haremos Santander / Llanes. Me sé tu blog casi de memoria y me ayuda muchísimo.
    Muchas gracias por esas fotos y esas vivencias compartidas.

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    1. Vaya!! Muchas gracias por el comentario! Lástima no conocer tu nombre, ni nada más de ti. Pero sea como sea, espero que te haya servido para cada uno de los trayectos, y para animarte a hacerlos. Algunos datos ya están un poco anticuados, seguramente, pero creo que la base sirve bastante para entender las sensaciones que yo sentí, y que cualquier peregrino puede sentir, también.


      Si tienes algún consejo que dar a futuros peregrinos, a partir de nuevas aportaciones, no dejes de hacerlo!!!

      Saludos, y Ultreia!

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