ETAPA 27: SOTO DE LUIÑA - CADAVEDO

Salí de Soto de Luiña en la oscuridad, sólo, sabiendo que pronto me encontraría a mis compañeros peregrinos. El hospitalero nos había instruido perfectamente de cómo comenzar la etapa, y qué caminos evitar, y qué caminos coger. En esta zona el camino no siempre está bien marcado, e incluso a veces está marcado por unas sendas que son difíciles de transitar, porque no se limpian a menudo, y es difícil pasar a través de ellas. De todas maneras, siempre es más agradable que ir al lado de la carretera.

La etapa en general es muy agradable, entre bosques muy frondosos, y algo de carretera. Como he dicho, los caminos están poco cuidados, per aun así me fueron más útiles y agradables que la carretera. Sólo la ortigas fastidian un poco. 

Los ciclistas se ven, pero...¿dónde está el camino?




El camino te lleva por un bosque húmedo agradable, y muy frondoso. 




Es en ese bosquecillo donde nos llegamos a encontrar incluso un maravilloso apartado donde había un pequeño bosquecito de bambús, cosa que no había visto en mi vida en plena montaña. 

El bosquecito de bambús tropicales, en medio de la nada.
                                        


Todo eso fue antes de llegar a la famosa playa del Silencio: una bonita playa de piedras, rodeada de acantilados. Bajamos y nos bañamos, rodeados de cabritas montesas que saltaban de un lado a otro, haciendo cabriolas

A lo lejos, la playa del silencio. Olor a momento mágico.

Minimalismo puro, tan exquisito...

Ya de lejos impresiona. 


Las cabritas rodeaban la playa del silencio, paseando entre las rocas


Foto después de bañarse. Cara de paz, y de limpieza por dentro y por fuera

La experiencia fue mágica. No soy amigo de bañarme por ahí, y menos a media etapa, pero esa playa nos llamó a todos, y supimos que era uno de esos momentos mágicos en que uno debe hacer lo que debe hacer, para que todo sea lo que tiene que ser. Sé que no lo estoy explicando muy bien, pero la cara de felicidad, de plenitud, y de calma de los cinco ya dice más que yo.

De hecho, el bañito nos llevó bastante tiempo. Bajar, desnudarnos, meternos en el agua, vestirnos, subir nuevamente, recuperar el camino abandonado, fue parte de una mañana que ya empezaba a solear fuerte. Pero conseguimos un clima interno muy cariñoso y agradable que nos invitaría a ir todos juntos en toda la etapa, y a buscar como fuera un sitio donde todos poder dormir juntos, si acaso no encontrábamos sitio en el albergue, como era de suponer, debido a la anunciada pequeñez del mismo.






El resto del camino fue pan comido, aunque aún no entendemos cómo nos llegamos a salir del camino recomendado por el hospitalero del día anterior, y nos perdimos el camino al "puente que tiembla", y a la ermita de la regalina. Algunos, sin embargo, se decidieron a buscarla al día siguiente, pues estaba muy cerca de Cadavedo. 


Como el albergue, que es muy pequeñito y solo tiene 10 plazas, ya estaba lleno, decidimos dormir en el camping, que por siete euros nos dejaba dormir en unas tiendas de campaña que ellos mismos montaban. Eso, y la cena con sidra, hizo que todo fuera muy agradable. La tarde, con piscina incluida, la dediqué a escribir, atender llamadas, y organizar mente, cuerpo y alma. Y la noche la dormí con Gianni en una de esas tiendas.  También hay bungalows, pero se nos iba del presupuesto. 

Camping donde nos acercamos para dormir. 

4 comentarios:

  1. Que dia muy variado: pasar por el bosque, donde encontramos a los bicigrinos en una senda pequenisima :), desayunamos en el hotel, banarnos en la Playa del silencio (el mar me ayudo curar mis ampollas), hable contigo de literatura, me salvaste antes de un perro salvaje, hable contigo sobre la literatura: Ana Karenina, Rayuela..., pasamos la tarde en "la playa" del camping, reimos mucho y pasamos la noche en las tiendas... Y ademas habia mucho mas...
    Maja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uno de los días más completos, tienes razón. Conversaciones agradables, momentos muy importantes, y la tranquilidad de la tarde. Todo delicioso.

      Eliminar
  2. ...os dejaba dormir en unas tiendas de campaña que ellos mismos montaban...gracias por el comentario, este tipo de información no aparece en ninguna guía. Mientras más te leo más te envidio, jeje, de forma sana por supuesto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Vaya! Muchas gracias. He intentado poner aquellos comentarios que me hubiera gustado tener antes de hacer la etapa. En este caso, el hecho de que el albergue esté lejos de la población, y solo tenga 10 plazas, es una información fundamental para poder tomar decisiiones. El camping estuvo bien. No los vi interesados en aprovecharse del peregrino, sino en dar una opción válida a quien necesite dormir. Otro debate sería por qué en muchos sitios quieren cobrar a un peregrino 20 euros por una habitación, sabiendo que no es un turista que va a estar 5 días de viaje, sino una persona que lleva 20 días caminando. En todo caso, en este caso, a mi me pareció un pacto justo. Quien quisiera -o pudiera- pagar más, tenia los bungalows.

      Ultreia!

      Eliminar