ETAPA 37: SOBRADO DOS MONXES - ARZÚA


Nueva mañana nublada. Se había anunciado un día con posibilidades de sol, pero la mañana estaba nublada. Afortunadamente no llovía, y algo es algo. Pasear por el claustro, por la mañana, de madrugada, mientras los "bicigrinos" van preparando sus alforjas, los peregrinos de a pie desayunan, y el monasterio se despierta sin turistas...es un privilegio y un placer. 

Amanecer en Sobrado

La etapa, si el nublado aguantaba y no nos fastidiaba mucho el tiempo, se presentaba tranquila. Así lo será para los peregrinos que la hagan si el tiempo es bueno, en primavera. Hice algunas fotos en los alrededores, desayuné con algunos peregrinos en uno de los bares de enfrente, y comencé la ruta. Mientras te vas alejando, la vista atrás te deja unas deliciosas vistas del monasterio rodeado de los bosques...






Ambiente bucólico, sentimental, de la Galicia profunda, al alejarse de  la villa


La etapa, como he dicho anteriormente, se presentaba fácil...y casí sosa. Con el mar ya olvidado, y los bosques tampoco muy presentes, la etapa discurre por un trayecto de carretera y grandes sendas bastante "humanizadas", y se convierte en una etapa de tránsito hasta llegar al camino francés. 
En algunos pueblos los paisanos del lugar dejaron unas placas un tanto "kirsch" en los hitos del camino.




¿Qué fue lo bueno, en mi caso?Dos cosas. La primera, el tiempo. The weather. Las nubes aguantaron, y por primera vez en todo mi camino gallego, no hubo lluvia, e incluso he vuelto a ver el sol. Un día precioso, algo frío, pero muy bonito, que me ha permitido cosas inimaginables cuando llueve, cosas que se echan de menos de manera apasionada: pararme en las plazas de los pueblos, o en el campo, refrescarme los pies, quitarme las botas, comer fruta en una plaza del pueblo viendo a los abuelos jugar con sus nietos, ...y hacer fotografias....con sol!!!


Trabajando en la inmensidad verde. Le queda mucho que segar.


Realmente, cuando uno está borracho de agua, de gris perla, de una galicia verde olvido, verde sueño, verde lloro, la llegada del sol te descubre un paisaje exhuberante, rompedor, con unos colores escondidos, y que brotan orgullosos, recien estrenados, guardados hasta ese momento como si fuera el día señalado, como si hubieran estado pintándose bajo la lluvia, y solo ahora se decidieran a salir, como una niña con ropas nuevas en domingo de Ramos. Cuesta entender, supongo. Solo Noé, después de los 40 días y 40 noches lloviendo, puede entenderme.  O como  mínimo, yo sí lo entiendo a él. 

El Sol, y las nubes, corrían rápido. Yo no. Yo me quedé congelado. Absorto. Saqué la cámara y empecé a hacer fotos, en secuencias muy breves, pero viendo como el paisaje cambiaba con cada nube, con cada sombra. Parecia un espectáculo pirotécnico donde el sol y las nubes hacían sus castillo de fuegos particular con la naturaleza.

Las nubes cambiaban el paisaje a cada instante...

...reorganizando los colores...

...y el momento, totalmente mágico...

...me invitaba a respirar, a fotografiar...

...a VIVIR...

...reviviendo cada nuevo paisaje como un nuevo camino, ...

...

...como una nueva existencia.


A los diez quilómetros largos uno se puede encontrar con un nuevo albergue recién estrenado, y que figura en pocas guías: el albergue de Boimorto, nuevo, moderno, y con buenas sensaciones. El pueblo no tiene nada, y está en medio de la nada, pero es un buen lugar para quien tiene prisa y quiere alargar etapa desde Sobrado, o para quien va muy herido, y prefiere  ir poco a poco desde Sobrado. Dicho queda.

A poca distancia del camino, el nuevo albergue de Boimorto.

Curiosa -y sabia- costumbre la de los ancianos del lugar: llevar un paraguas colgado a la espalda.


Justo a la salida del pueblo me pude encontrar con la variante a Arca. Esta variante es recomendable para bicis, por ejemplo, y les retarda el contacto con el camino francés. Sin embargo, para los peregrinos que vienen de Sobrado, son 22 km más...y convertir el trayecto en una etapa de algo más de 30 km es algo preparado solo para aquellos que van con prisas, o están en muy buena forma. Como no cumplo ninguna de las dos características, me dirigí a Arzúa. No tenía ganas de contactar con el camino francés, pero no había opción.

Cruce de caminos. Arzúa queda más cerca, pero la opción de Arca es sugerente.

Precisamente allí, en Boimorto, ha sido donde he encontrado una farmacia abierta, y he podido comprar compeed para devolver a mi arcángel particular. Sin embargo, nunca más lo vi. Así es el camino. Tú das, y no esperas nada a cambio. Te dan, y no lo puedes devolver. O sí lo devuelves...a otra persona. Es una especie de cadena de favores. Te hacen bien, y tu haces bien a más peregrinos. 

Como ya he dicho, el camino está tremendamente urbanizado. En principio, el único pueblo que queda en medio es Sendelle, pero las casas, las aldeas, y las carreteras de asfalto -agradables y solitarias- son el único camino hasta Arzúa. Quizás sea una ruta demasiado soleada para agosto, dura y cansada. Para mí, orgulloso de un sol recien aparecido, parecía un retorno al paraíso. En mis fotos había azul cielo, verde esperanza, blanco ilusión.

Homenaje a Siniestro Total. "Rock en Saamil". 


¡Todos en fila!


Todo lo que necesita un peregrino: mochila, botas...y camino.

Mochila a tierra, botas fuera, calcetines quitados, pisando la tierra. Ese es el camino. El reencuentro con la Madre Tierra. Sentarse y comer una pera a mordiscos sagrados sentado en el suelo. Eso, que en varios días me había sido prohibido, ahora lo podía hacer a mis anchas. Lo dejo escrito para que el peregrino que pase por estas tierras en Julio y Agosto, disfrute de esos placeres, y sepa que es un privilegiado.  Y que me escriba, por favor, que me escriba!!!


Una vaca curioseando se acercó a interrogarme.

Bueno...llover no llovíó...pero...tampoco podía estar uno tranquilo, ¿Verdad?

El albergue de Arzúa es grande, de unas 40 plazas, más que suficiente para el camino del norte. Pero no así para el camino francés. Arzúa es la confluencia de ambos caminos. Yo llegué a tiempo, pero muchos de los peregrinos se instalaron en otros lugares. Arzúa, que no tiene mucho que visitar, a nivel cultural, es un centro de peregrinación con hostales, pensiones, albergues privados...una especie de "port-aventura" del peregrino. En Semana santa muchos de estos sitios estaban cerrados. Pero ya empecé a entender que estaba en el camino francés.

Patio interior del albergue de Arzúa. Un lugar para el descanso, la reflexión...y para lavar y secar la ropa.

Sin embargo, no olvidemos algo importante. La llegada al camino francés podría ser algo duro, áspero, difícil para el peregrino norteño acostumbrado a la soledad y a la intimidad que ese camino te regala. Pero uno aprende a que lo positivo de la vida no está en las  experiencias vividas, sino en cómo enfoca uno cada una de esas experiencias. Así que agradecí esa nueva experiencia, y la disfruté. Esa fue la segunda cosa bonita de esa etapa. De hecho, volví a encontrar a mis peregrinos alemanes perdidos etapas anteriores. Volví a ver GENTE, peregrinos alegres contando sus vivencias, y sufriendo sus ampollas. Volví a ver chicas: en Sobrado eramos 20 peregrinos, y los 20 eramos chicos. Pero lo importante no es el número de gente. Lo importante es conocerte a ti mismo, encontrarte bien contigo mismo, y tener la fuerza y la empatia suficiente como para acercarte a quien se parece a ti, o a quien te puede aportar algo, y trabar una relación agradable e útil para ambos. Mi arcángel particular , mi apreciado Gabriel me había abandonado (me comentó que quería ir más allá...y así lo hizo...aunque nunca supe qué quería decir con ese "más allá"). Pero, de hecho, no me había abandonado. Me había dejado en buenas manos. En las manos de unos cuarenta o cincuenta peregrinos. O mejor aún. En mis propias manos. Y mis propios pies, ya casi curados.

A pesar de que allí ya conocí a Ricardo, y a Maica, aún no trabé relación con ellos. Fui a cenar con un peregrino que ya había conocido en Sobrado, un joven madrileño, Miguel  de nombre (A pesar de que también es nombre de arcángel, él no me ayudó tanto...¿o quizás sólo estaba para comprobar que no necesitaba ayuda???), y con un serbo-croata simpatiquísimo, cuyo nombre he olvidado. Cena muy agradable, de todo corazón, como son las cenas verdaderas en el camino. 

9 comentarios:

  1. El camino no es solo uno, sino tantos como peregrinos lo recorren y la vision que de el tienen cada uno de ellos, es lo que lo hace tan especial. Magnificos reportajes como este, de mi buen amigo Carlos son un fiel reflejo de la esencia del camino y de la profunda huella que deja en todos los que hemos tenido la suerte de vivirlo. Buen camino!!

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    1. Gracias, Ricardo, por tus comentarios. En breve pondré la etapa donde acabamos teniendo esa noche tan interesante.

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  3. Por fin la nueva entrada!! Ya la iba echando en falta!! Casi siento como si parte de mi te estuviera acompañando en el camino al leer estos posts en tiempo real. Ese sol de Galicia, o esa idea de que abandonabas la "soledad" del camino del norte, han debido ser como una musa para ti que ha incentivado tu vena poética ;)

    Muchas gracias por contestar a mi comentario sobre perros en el camino de Santiago. Ya he desistido de intentarlo en albergues, he hablado con gente que pasó más noches al raso con su perro que dentro de un albergue, y vamos en abril, que el tiempo no está como para dormir muchos días en la playa!! Mi única opción es intentar planificar antes de salir pensiones que acepten perros, pisos que alquilan una habitación o alojamientos rurales. Se que voy a perder muchísimo de la experiencia del camino y que no tendré cenas con charlas profundas ni haré buenas migas con arcángeles, pero si quiero hacer todas las etapas del camino del norte con mi perro, me temo que será la única opción :(

    Igual puedo imitar tu blog para los que quieran hacer el camino con perro. Qué pena no tener ni la mitad de arte que tienes tu ;)

    Buen camino!! Aquí sigo esperando la próxima entrada, que Santiago ya lo tienes muy cerca!!

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    1. Gracias, Álvaro. Creo que saber que alguien me va siguiendo como si de una novela por entregas se tratara, me ha animado a ser cuidadoso con los textos. Espero que te guste.

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  4. Carles quin blog més xulo! Les fotos són molt boniques i l'experiència ha de ser genial!

    Buen camino

    Anna Vidal

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    1. Gràcies, Anna! Tens tota la raó, l'experiència va ser molt maca...i recordar-la, també!!! Buen camino a ti también!

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  5. Desde Boimorto (Pueblo de Luz Casas) yo tome la alternativa por Sta. Irenem, el único problema es la escasa -casi nula señalización-, lo bueno es que Santiago ya esta a tiro de piedra

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    1. Cierto. Para los que se atrevan, que cuenten bien los quilómetros. Son 20 más para llegar a Santa Irene.

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